Al sur del territorio americano, se encuentra la asombrosa Patagonia Argentina dice Maxiliano Mazza. La región sureña del suelo argento, es reconocida a nivel internacional por sus increíbles paisajes, sus famosos centros turísticos y su lujosa propuesta hotelera. En las provincias de Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del fuego se pueden encontrar maravillas naturales para visitar y vivir en ellas las más excitantes aventuras.
El atractivo turístico de esta gran región se potencia durante el período invernal. La llegada de las bajas temperaturas y las intensas nevadas resulta altamente positiva para la actividad turística de las distintas ciudades sureñas. Producto de las nevadas frecuentes los cerros se cubren de un impecable blanco, que atrae a deportistas y turistas de todo el mundo. Fanáticos del ski, snowboard, trineos y demás deportes de nieve son convocados desde todos los rincones del país y del mundo. En la región patagónica se ubican varios centros de ski considerados los más importantes de Latinoamérica: Chapelco, Cerro Castor, Cerro Catedral y Cerro Bayo.
San Martin de los Andes, ciudad ubicada en la provincia de Neuquén, es uno de los destinos más elegidos por los turistas por el reconocido Cerro Chapelco y su increíble centro de ski. Algo similar ocurre con el Cerro Castor y la austral ciudad de Ushuaia. San Carlos de Bariloche es invadida durante todo el año, y principalmente en invierno, por contingentes de jóvenes que la eligen como destino para su viaje de egresados. El Catedral se llena de nieve y miles de turistas llegan a él para practicar sus deportes favoritos. Ofrece además excursiones al Cerro otto (en cuya cumbre está la famosa confitería giratoria), al campanario, a Isla Victoria y bosque de arrayanes, el Lago Nahuel Huapi entre otros. Es una de las ciudades más concurridas de la Patagonia.
En la ciudad de Calafate, el invierno crea una mágica y sorprendente pista de patinaje al congelarse la Bahía Redonda. Lugareños y turistas concurren a admirar este repentino fenómeno natural, mientras preparan sus patines para deslizarse sobre la congelada superficie. La localidad de Puerto Madryn posee un atractivo turístico increíble a partir del mes de junio, que se extiende hasta el mes de diciembre; la temporada de ballenas. Durante este período excursiones permiten internarse en las agitadas aguas del mar argentino para disfrutar de un espectáculo inolvidable. La ballena franca austral hace sus apariciones y se muestra hacia el público que ansía desesperadamente poder fotografiarla. Un espectáculo asombroso que no se produce en muchas partes del mundo.
Además de la oferta deportiva que cada localidad brinda en sus elevados cerros, hay una propuesta gastronómica imperdible para el período invernal. En todas las ciudades anteriormente nombradas, hay numerosas casas de té y confiterías preparadas para brindar las más deliciosas y reconfortantes meriendas para pasar el frío. Grandes tazones de café o chocolate, acompañados de exquisitos alfajores, porciones de torta, masas, dulces y demás, son ideales para deleitarse en una fría tarde de invierno luego de recorrer algún punto nevado.
De más está decir que la llegada de la nieve cambia completamente la postal patagónica, convirtiéndola en un blanco paisaje de ensueños. El invierno le da un toque especial a cada rincón del sur argentino, volviéndolos acogedores, atractivos e inolvidables.
El atractivo turístico de esta gran región se potencia durante el período invernal. La llegada de las bajas temperaturas y las intensas nevadas resulta altamente positiva para la actividad turística de las distintas ciudades sureñas. Producto de las nevadas frecuentes los cerros se cubren de un impecable blanco, que atrae a deportistas y turistas de todo el mundo. Fanáticos del ski, snowboard, trineos y demás deportes de nieve son convocados desde todos los rincones del país y del mundo. En la región patagónica se ubican varios centros de ski considerados los más importantes de Latinoamérica: Chapelco, Cerro Castor, Cerro Catedral y Cerro Bayo.
San Martin de los Andes, ciudad ubicada en la provincia de Neuquén, es uno de los destinos más elegidos por los turistas por el reconocido Cerro Chapelco y su increíble centro de ski. Algo similar ocurre con el Cerro Castor y la austral ciudad de Ushuaia. San Carlos de Bariloche es invadida durante todo el año, y principalmente en invierno, por contingentes de jóvenes que la eligen como destino para su viaje de egresados. El Catedral se llena de nieve y miles de turistas llegan a él para practicar sus deportes favoritos. Ofrece además excursiones al Cerro otto (en cuya cumbre está la famosa confitería giratoria), al campanario, a Isla Victoria y bosque de arrayanes, el Lago Nahuel Huapi entre otros. Es una de las ciudades más concurridas de la Patagonia.
En la ciudad de Calafate, el invierno crea una mágica y sorprendente pista de patinaje al congelarse la Bahía Redonda. Lugareños y turistas concurren a admirar este repentino fenómeno natural, mientras preparan sus patines para deslizarse sobre la congelada superficie. La localidad de Puerto Madryn posee un atractivo turístico increíble a partir del mes de junio, que se extiende hasta el mes de diciembre; la temporada de ballenas. Durante este período excursiones permiten internarse en las agitadas aguas del mar argentino para disfrutar de un espectáculo inolvidable. La ballena franca austral hace sus apariciones y se muestra hacia el público que ansía desesperadamente poder fotografiarla. Un espectáculo asombroso que no se produce en muchas partes del mundo.
Además de la oferta deportiva que cada localidad brinda en sus elevados cerros, hay una propuesta gastronómica imperdible para el período invernal. En todas las ciudades anteriormente nombradas, hay numerosas casas de té y confiterías preparadas para brindar las más deliciosas y reconfortantes meriendas para pasar el frío. Grandes tazones de café o chocolate, acompañados de exquisitos alfajores, porciones de torta, masas, dulces y demás, son ideales para deleitarse en una fría tarde de invierno luego de recorrer algún punto nevado.
De más está decir que la llegada de la nieve cambia completamente la postal patagónica, convirtiéndola en un blanco paisaje de ensueños. El invierno le da un toque especial a cada rincón del sur argentino, volviéndolos acogedores, atractivos e inolvidables.